La espina bífida se puede clasificar de 2 formas:
Espina bífida oculta y espina bífida quistica.
ESPINA BÍFIDA QUÍSTICA: Este es un defecto vertebral grave que puede afectar las meninges e incluso el tubo neural, una o ambos pueden protuir a través del defecto oseo y elevar la piel produciendo un quiste.
Si sobresalen las meninges a través del defecto se llaman Meningocele, y si incluye tejido nervioso se denomina Mielomeningocele. El liquido cefalorraquídeo se acumula en el espacio subaracnoideo ventral al tejido neural generando una masa quística. El mielomeningocele puede iniciarse como una mielosquisis, pero luego la placa neural expuesta se cubre de un epitelio escamoso antes del nacimiento.
El pronostico para un meningocele es mucho mas favorable gracias a que sus secuelas neurológicas son mas leves a diferencia del mielomeningocele que puede sus síntomas son parálisis total o parcial de las piernas, con la correspondiente falta de sensibilidad parcial o total y puede haber pérdida del control esfintereano o los intestinos . La médula espinal la que está expuesta es susceptible a infecciones.
En ocasiones, en el sitio de la lesión, la médula espinal, queda unida a la columna vertebral, y cuando esta crece a médula es arrastrada hacia el extremo caudal. El tronco del encéfalo y el cerebelo son tracciones hacia el foramen magno, lo que comprime las cavidades ependimarias, se reduce el flujo del liquido cefalorraquídeo, y se produce una hidrocefalia(Malformacion de Alrnold Chiari tipo ll) que acompaña a la espina bífida quística.
ESPINA BÍFIDA OCULTA: Es un defecto oseo vertebral donde no se produce alteración de la médula , esta se va a ver cubierta por las capas de tejido cutáneo, se suele ubicar en la región lumbo-sacra . La manifestación de esta se puede ver como un penacho de pelo en el lugar de la malformación, puede acompañarse de diastematomielia que es una división longitudinal parcial de la columna en 2 mitades . Esta se halla en 10% de la población y no presenta síntomas neurológicos.
Biblografía: Vieira, A. R., & Castillo Taucher, S. (2005). Edad materna y defectos del tubo neural: evidencia para un efecto mayor en espina bífida que anencefalia. Revista médica de Chile, 133(1), 62-70.
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